Sistema económico, los financistas y el lavado de dólares


Cambio Total.

El más beneficiado con los dineros provenientes del narcotráfico han sido precisamente los que manejan el dinero: los sectores financieros, o sea, la oligarquía más parásita de todas.

Decía Noam Chomsky hace como una década que el sistema financiero norteamericano recibía el 80% de los dineros que movía el narcotráfico, algo así como 800 mil millones de dólares. Cómo funcionaba –y funciona- la cuestión. 

Veamos lo que nos dice una persona que realizó « lavado de dineros » : « Grandes empresas y bancos estadounidenses participan en el mecanismo de lavado de dinero proveniente del tráfico de droga a Estados Unidos de los carteles colombianos, según reveló ayer una testigo con identidad protegida ante el Congreso estadounidense. Detrás de una mampara que aseguraba su anonimato ante una audiencia de un subcomité de la Cámara de Representantes, la apodada señora Doe (equivalente estadounidense de N.N.), ex cambista colombiana que operó en el mercado negro de su país y en empresas de Estados Unidos, explicó minuciosamente el mecanismo del lavado de narcodólares. En ese proceso participan, a menudo sin darse por enterados, los principales bancos estadounidenses, como Citibank, Chase Manhattan o Bank of America, y grandes empresas exportadoras como Ford, Whirpool, John Deere o Procter and Gamble, dijo la testigo.La señora Doe afirmó también haber utilizado los servicios de bancos colombianos, como Banco Occidente, Banco Cafetero, Banco Ganadero, Banco del Estado y Banco Industrial Colombiano.

A través de las casas de cambio del mercado negro en Colombia, que operan con corresponsales que disponen de cuentas en bancos de Estados Unidos, las empresas son pagadas con dólares generados por el narcotráfico, dijo. Puede ser que no conozcan el origen de esos fondos, pero aceptaron mis pagos sin preguntarme jamás quién era o cuál era el origen del dinero, dijo la señora Doe, quien afirma haber lavado unos 14 millones de dólares desde una casa de transferencia de remesas de Nueva York. La testigo, que dijo haber abandonado sus actividades para cooperar con las autoridades de los Estados Unidos, citó como ejemplo el caso de un hacendado cafetalero colombiano que compró un tractor a un fabricante estadounidense por un valor de medio millón de dólares. El hacendado entregó la suma equivalente en pesos colombianos a un cambista del mercado negro en Colombia, quien, tras cobrarle una comisión, contactó a un representante financiero del cartel -llamado Duros- para que dispusiera de medio millón de dólares en Estados Unidos, resultante de la venta de drogas. El cambista entregó los dólares al fabricante de tractores estadounidense a través de una cuenta bancaria en Estados Unidos, y, según Doe, el cartel recibió los pesos en Colombia. De ese modo, la deuda del hacendado es pagada a la empresa estadounidense, el narcotraficante recibe pesos por la droga y el intermediario recibe una comisión de ambas partes, declaró la testigo.

El dispositivo permite que los dólares resultantes de la venta de cocaína en las calles de Estados Unidos nunca abandonen el territorio estadounidense, y que los pesos nunca salgan de Colombia. La testigo explicó cómo antes de involucrarse en una operación determinada, el cambista averigua quién es el capo narcotraficante que corona la misma, a la vez para saber quién le garantiza la entrega del dinero en Estados Unidos y quién tomará eventuales represalias en caso de que el intermediario no cumpla con su parte del trato ». (Clarin.com)

El 20% era lo que llegaba a la economía colombiana, porcentaje suficiente para paliar la estructural crisis económica que ha padecido nuestro país, el cual era recibido por la economía colombiana (léase : bancos, institutos financieros, negocios inmobiliarios, testaferros, etc, etc).

Ese corrompido dinero, manejado por los no más corrompidos « financistas », pagaban impuestos al estado por todas las transacciones que realizaban -y realizan-. Que si compraban un automóvil, pagaban impuestos ; que compraban una casa, pagaban impuestos ; que adquirían haciendas, pagaban impuestos ; eran los « lavadores de dólares » -los financistas- los que se encargaban de introducirlos al sistema económico y « legalizarlos », por lo cual recibían el « dulce » 10% de los dineros lavados. Esto demuestra que el Estado es uno de los principales beneficiados con el narcotráfico y el lavado de activos.

El poder corruptor de éste dinero era tal que investigadores reseñaban su modus operandi : « El empobrecimiento del empresariado colombiano por las condiciones de globalización y de industrialización en otros países, llevó a distintos grados de vinculación al negocio de hombres (la mayoría jóvenes) de familias reconocidas. Antes del “lavado”, y hay que tener en cuenta que “lavar dinero” no fue el afán, ni el fuerte de (Pablo) Escobar, la élite colombiana sirvió para comprar dólares y alrededor de eso vender sus propiedades al doble. Más adentro, pero bastante masivo, estaban los personajes del “apuntado” o “los planteros”, como le llamaban a aquellos sujetos que metían en una lista, invertían o ponían un plante de dinero y compartían el riesgo de la caída de cargamentos, sin participar en la operación.

Muchas de las familias tradicionales y de clase media compartieron con los reconocidos narcotraficantes el riesgo financiero pero no judicial. Pero aquí también nos sirve mucho la tesis de Jorge Giraldo donde se señala que el negocio no fue formado por criminales violentos, sino por contrabandistas y dentro de esos contrabandistas ya habían incursionado también las élites tradicionales.

El contrabando permitió también, como en el narcotráfico, la aparición de “nuevos ricos”, pero quizá por la distancia histórica sea más fácil (que con el negocio de la cocaína) rastrear  el concepto de “otra vez ricos”, cuando familias tradicionales y negocios reconocidos tuvieron una época en la que salieron de una crisis o volvieron a surgir gracias al contrabando. En sentido estricto el contrabando tenía dos partes que hay que leer en el contexto histórico: la debilidad del Estado y la competencia desleal (hacer trampa). De esta forma, hubo contrabandistas que se volvieron parte reconocida de algunas sociedades ya sea porque tradicionalmente lo eran o por su rol, en especial, en pequeños y medianos municipios donde el tendero y el vendedor de electrodomésticos o el dueño de la taberna más grande son personas importantes ». (Ver en La Silla Vacía)

Llama la atención que la prensa en poder de la oligarquía arma escándalos porque una firma comisionista lave 4 millones de dólares (Los corredores de la mafia), pero permanece en silencio cuando los encartados son miembros de la élite oligárquica financista que se mueven en los bancos y corporaciones financieras, los cuales son los que hacen los grandes negocios. Ello ha pasado muchas veces y pasó la semana anterior. De ello resulta que la doble moral oligárquica –y su estado- es en todos los ámbitos de la vida y no solamente en sus « business ». La oligarquía financiera fue una de las más grandes beneficiadas con el asesinato de Pablo Escobar. Conoci mos una « oligarquita » que tenía un pequeña propiedad del « Don » de 1000 reses de raza que el día de su muerte, al calor de unos aguardientes Antioqueño, lloraba y reía al mismo tiempo. Lloraba porque « pobrecito el patrón » y reía y celebraba porque le había heredado la « finquita ».


Igualmente las historias del Cartel de Cali y los Rodríguez son tan fantasiosas y engloban el lavado de tal cantidad de millones de dólares que el descubrimiento de 42 millones de dólares lavados por el Banco Cafetero de Panamá   es apenas la puntica del iceberg del lavado de activos ya que apenas en Panamá se lavan en promedio más de 1.500 millones de dólares anualmente, eso sin contar los otros paraísos fiscales.




Según información de Caracol radio « La presidenta de Asobancaria informó que el lavado de dinero en Colombia se estima en 20 billones de pesos (11.100 millones de dólares), lo que supondría más del 3 % del producto interno bruto (PIB). Como ejemplo, detalló que esa cantidad supone "el 20 % del ingreso de la nación" en términos de la recaudación de impuestos que se prevé para 2012, cuando el Estado espera recibir por ese concepto un total de 100 billones de pesos (unos 55.500 millones de dólares). Y agregó: "Si el gasto público en la Policía y la rama judicial es de 14 billones de pesos (7.700 millones de dólares), o sea que ahí se da uno cuenta de que esa plata puede comprar a toda la Policía y a todos los jueces, y todavía sigue sobrando" ». (Ver en Caracol Radio)


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Los corredores de la mafia

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